¡Menos gluten y más Lolita!

Cada vez escucho más historias de amigos y conocidos que se enteran acerca del gluten y de las terribles consecuencias que provoca en la salud de quienes lo consumen sin saber que son alérgicos.

Es bueno ver que en Quito, de a poco, la gente va eligiendo modos de vida más sanos y las palabras “celíaco” o “gluten free” suenan cada vez más. Conozco a varias personas que sin tener una razón médica, dejaron de consumir gluten buscando un estilo de vida más saludable.

¿Qué implica dejar el gluten por completo? Imagínense decirle que no a una deliciosa hamburguesa con queso derretido por todas partes… Y tocino... Y pickles... Y guacamole… Y cebollas caramelizadas en una reducción de vino tinto… Y tal vez un poco de tomillo fresco… ¡Paren! Me estoy desviando del punto... Bueno imaginen que su pizza favorita les dice chao, y también esa espumante cerveza que la acompaña... Imaginen esa pasta carbonara que se come su amigo frente a ustedes, esa que se ve cremosa y delicada… Esa, que les desvía la mirada hacia su plato... a esa también la tienen que rechazar.

Bueno, algo así es dejar el gluten. Entonces, ¿por qué alguien que no padece ninguna condición que se lo prohíba, decidiría renunciar voluntariamente a este maravilloso placer? ¿Qué persona es su sano juicio se negaría a comer un sánduche con queso derretido o un poco de pasta carbonara?

Yo creo que el tema radica en que hoy la gente cuida más de su salud. Tal vez se deba a la cantidad de información que abunda en internet respecto a todo lo que quieras o puedas imaginar. Por ejemplo, los beneficios y perjuicios de prácticamente todo lo que comemos.

Esto incluye la información respecto al gluten y sus oscuros secretos. ¿Cuál es el motivo de que el gluten suene más malvado que todos los villanos de Ciudad Gótica juntos? Bueno hay varios estudios que relacionan el gluten con un sin fin de catastróficas consecuencias como enfermedades mentales, demencia, inflamación del cerebro e incluso cáncer!

Partiendo de eso, es hasta comprensible que haya personas que deciden dejar de consumirlo (o por lo menos, reducir la cantidad al mínimo).

Personalmente, considero que si después de hacerte exámenes para saber si eres resistente al gluten y los resultados son negativos, lo más aconsejable no es eliminarlo por completo, pero sí reducirlo, digamos, a la mitad. Yo lo hice por altruismo; mi mamá tiene alergia al gluten. Poniéndome en sus zapatos habría decretado el fin del gluten para todos en mi casa. ¡¡Pero mi mamá es el ser más generoso del mundo y no sólo no se queja, sino que ella misma nos prepara todo lo que no puede comer!!

Ahora, si me preguntan a mi cómo me siento después de haber reducido el consumo de gluten, debo confesar que me siento genial.

¿Qué le recomendaría a todo el que quiera probar una dieta con menos gluten? Reduce a la mitad todo lo que lo contenga: pan, pastas, pasteles, galletas, pizza, cerveza, salsas y vinagretas procesados, realzadores de sabor... ¿Suena mucho, no? ¡Evidentemente¡ El gluten está casi en todo. Es justamente el abuso de este elemento en la industria alimentaria (y no sólo alimentaria), lo que ha hecho que nuestro cuerpo tenga dificultades para digerirlo o al menos, eso es lo que se cree. He ahí la respuesta para quienes califican a nuestros amigos celíacos como ¨adefesiosos¨, argumentando que ‘’antes no había estas enfermedades’’. ¡Claro que no había antes! ¡¡La población mundial creció un 130% en sólo 50 años!! (¡¡Así es, paren de tener hijos!!). Para poder abastecernos, la industria alimentaria ha tenido que acoplarse usando cantidades ridículas de gluten.

¡En buenahora existe otra opción para equilibrar este exceso! Come productos sin gluten que sigan siendo igual de deliciosos! ¿Me estoy haciendo publicidad? ¡Claramente! Pero, ¿por qué no habría de hacerlo? Los productos de pastelería que producimos no tienen casi ninguna diferencia con los que contienen gluten. Si buscan cuidar un poco más sus hábitos alimenticios, ¡atrévanse a probar productos que los ayuden a sentirse más saludables!

Disfruten de toda nuestra sección de dulce y sal.

Sí, ese es mi consejo final!